23 abril 2009

Alegaciones contra una solicitud de licencia para extraer áridos en Güímar



Ante el anuncio publicado en el Boletín Oficial de Canarias, en el que se abre a información pública la solicitud de licencia para la empresa Áridos del Atlántico, la Plataforma Para la Defensa de los Barrancos de Güímar, Saturnino García, con la que Alternativa Sí se puede por Tenerife colabora, ha presentado alegaciones en tiempo y forma. Áridos del Atlántico es una empresa que lleva muchos años extrayendo áridos en Güímar de forma ilegal, y que ha excavado una enorme cantera de unos ochenta metros de profundidad.

En ellas, la Asociación advierte de que la política de planificación que las administraciones competentes (Cabildo y Ayuntamiento de Güímar) se han comprometido a impulsar, es incompatible con una licencia de extracción. Siguiendo el eco de las justas demandas del pueblo de Güímar, estas administraciones han aprobado por unanimidad la solicitud del cambio de calificación territorial de la zona de los barrancos, para que pasen a ser calificados en el PIOT como zona rústica de protección agrícola y ganadera.

Además de ello, para la autorización de cualquier tipo de actividad extractiva es preceptiva la aprobación de un Plan Territorial específico, el cual actualmente no está aprobado. Además, el Plan que estuvo en fase de avance fue rechazado popularmente, y ahora resulta incompatible con la citada intención de cambio de calificación territorial.


Por otra parte, toda otra actuación distinta de restaurar el cauce del barranco del Fregenal supone un riesgo gravísimo para la zona en caso de avenida o lluvia torrencial. El cauce original del barranco ha quedado profundamente alterado, por haber canteras de áridos (la de Áridos del Atlántico, entre otras) invadiendo su cauce con socavones mucho más profundos que el relieve original.

Por último, la Asociación manifiesta serias dudas respecto a la credibilidad del plan de restauración propuesto por la empresa solicitante, además de denunciar que la misma carece de derechos adquiridos sobre la zona, ya que durante décadas desarrolló su actividad de forma clandestina, y nunca hizo nada por restaurar el daño causado, creando paredes verticales de hasta 80 metros de profundidad que son las que ahora mismo, una vez modificado el PIOT, habrá que valorar cómo han de ser restauradas.

Para colmo, el Estudio de Impacto Ambiental que presentan, sólo hace hincapié en aspectos menores y soslaya completamente el mayor impacto ambiental de todos, como es el daño sobre el territorio, sobre los cauces públicos y sobre el paisaje de un socavón de decenas de metros de profundidad y decenas de metros cuadrados de superficie, completamente irrecuperable para ningún otro uso productivo.

No hay comentarios: